lunes, 17 de septiembre de 2012

Invierno

Hola. Cuánto tiempo.

Si me vierais la cara, podríais comprenderme. Han pasado varios meses desde aquellas noches interminables poniéndome de tinta hasta los morros. Mi cabeza no ha parado, pero os confieso que no he vuelto a dibujar una página.
Seré sincera: no es el momento para Otoño. El segundo cuatrimestre me arrastró a un remolino de trabajos, pero también de influencias, ideas y proyectos. Ahora mismo, estoy a mitad de un camino un poco alejado de esta historia; bueno, mejor dicho, en un cruce de caminos (cine, ensayo, fotografía, dibujo, música, cocina...) que no me permite volver atrás. Desde marzo o abril, ya no creo historias nuevas para Luci, Jaime, Isa y Nacho; pero todo lo que voy aprendiendo contamina este proyecto con brochazos artísticos. Tengo todo en mi cabeza, pero necesito macerarlo por más tiempo. Estoy segura de que, cuando me ponga a dibujar, el resultado será mucho mejor de lo que podría haber conseguido al principio del segundo cuatrimestre.

Os dejo con algunos apuntes que he ido haciendo (¡para que veáis que no lo he dejado!). Tengo más, pero como revelan secretos de guión, os subo sólo unos bocetillos de cositas monas para Luci.
¡Luci necesita más peinados!

Conjunto copiado de lo que vestía una amiga mía un día de clase.

La ropa de colegiala de otra amiga, cada día me da una lección de estilo.


 Un buen día me puse a hojear un libro de Arte del s. XIX y... ¡conjuntito al canto! Y, por qué no, experimentos. El Arte no tiene época, y eso se aplica a la moda también. Como podéis ver, estoy un poco verde en diseñar ropa; pero estoy practicando. La moda... esa cosa odiosa que no puedo evitar amar!


Isa y Luci en el patio del instituto. Algún día os contaré cómo se conocieron.




Prometo volver.