jueves, 27 de noviembre de 2014

Pájaros en la cabeza





Desde hace tiempo quería escribir una entrada dedicada al proceso productivo de este cómic. Es también un modo de justificarme porque a estas alturas del año ya debería estar dibujando el mes de noviembre (me propuse ir mes a mes cumpliendo los plazos para ir trabajando gradualmente) y, sin embargo, acabo de empezar a dibujar el mes de octubre.

Quería explicaros lo mucho que me cuesta organizarlo todo en mi cabeza.

El año pasado, en el último curso del grado de Bellas Artes, hice la asignatura de Proyectos dedicada a un corto. Era un cortometraje de ficción (se llama Déjame entrar y podéis verlo en mi canal en Youtube) y mi profesora me dio mucha caña en cuanto a cómo narrar la historia. Tenía un montón de pájaros en la cabeza y ella me hizo poner los pies en la tierra, escribir un guión, hacer un storyboard, planificar el rodaje... en fin, todo un aprendizaje. Desde entonces, ya no me puedo plantear la narración de una historia con la actitud ingenua que tenía antes.

En cambio, ahora me machaco la cabeza por encontrar el mejor modo de narrar las historias, sin que falte información pero sin que sobren escenas, de describir a los personajes, sin caer en lo obvio, dejando un halo de misterio, dejando que los personajes se desarrollen y se descubran poco a poco al espectador... y, por eso mismo, me fuerzo a mí misma a ser coherente con la historia y a veces me armo yo sola unas batallas que... puf... estas indecisiones de guión hacen que me cueste ponerme a dibujar, por eso podéis ver que he empezado por los flashbacks, que parece que están más aislados de la historia presente.

Otro factor que me preocupa es el estilo del cómic. No sé si lo he dicho ya en alguna entrada, pero me encuentro falta de estilo, este es el primer cómic serio que hago, y no soy una especialista en el tema, creo que se nota la influencia del manga aunque me crié con el cómic europeo como Tintín, Astérix y Obélix, y era superfán de Mortadelo y Filemón... vamos, que a la hora de materializar mis ideas mi referente más inmediato es mi trabajo en Bellas Artes. Allí nos han educado a base de años de dibujo a carboncillo -los que lo han sufrido lo saben- y un poco de pintura, en mi caso, de la que procuré escabullirme. Eso sí, se me da muy bien tomar apuntes de modelo :) bien, el caso es que no me quiero limitar a un dibujo a línea meramente descriptivo, correcto y proporcionado, que haría este cómic pasar desapercibido en el puesto del próximo salón del cómic (jejeje). No, lo que quiero es experimentar, echar todo lo que tengo, la línea, la mancha, el lápiz, el carbón, la tinta, la aguada, el claroscuro y el color, el collage... que la técnica se vaya adaptando a la historia y a la emoción del momento, no me preocupa que la estética se vaya modificando con el paso de los meses porque este cómic es una obra procesual, y eso es bueno.

Aunque me haya prometido a mí misma sacar adelante este proyecto como algo mío y de nadie más, no colarlo en ningún trabajo del máster, para no tener a ningún tutor encima y no tener fecha de entrega... a veces me doy tantos quebraderos de cabeza que parece que me fuera la vida en ello. Y echo de menos tener a alguien que me diga lo que está bien. Por eso me gusta que comentéis mis entradas... y, cuando estoy perdida, siempre me acabo animando y sentándome a trabajar, porque sólo así se ve qué funciona y qué no...

Y, como dice la tira... ¡es mi cómic, y hago con él lo que quiero!





Guión de octubre y noviembre, con las escenas y algunos diálogos y los estados anímicos de los personajes por detrás.





Previo al storyboard de Octubre. Para calcular las páginas y tal...
(Cuanto menos intentéis leer, menos os spoileáis...)



viernes, 14 de noviembre de 2014

Vuelve el otoño!
















Eso es: ¡ha vuelto el otoño! Después de dos años de desconexión, he vuelto a enamorarme de mis personajes y a coger sus historias que tenía abandonadas. Así es... quiero terminar el cómic.

La culpa de todo la tienen unos mangas de Mizushiro Setona (After School Nightmare y Kyûso wa Chiizu no Yume o Miru) que leí este verano y que me devolvieron las ganas de hacer cómic.

Por supuesto, he cambiado, y mis personajes han cambiado conmigo. Desde el principio, Isa ha sido un alter ego mío, y Nacho y Luci condensan personalidades de amigos y amigas mías y la relación que he tenido con ellos. Pero ahora los veo más profundos. Se han vuelto más complejos, quizá porque yo misma también me he vuelto más compleja.

De momento, he planificado guión hasta marzo (sí, los capítulos van por meses), pero no paran de ocurrírseme cosas, llevo desde septiembre sin parar... No os quiero hacer muchos spoilers, así que ahora puedo enseñar poquitas hojas de esa carpeta que tengo llena de dibujos (me encanta dibujarlos y hacer bocetos de las escenas e incluso hacer dibujos que no tienen que ver con la historia pero que me molan...). Pero os enseño -de lejos- mi esquema para que veáis que van a pasar muchas cositas (confío en que mi enreversada caligrafía os impida auto-spoilearos).




Me gustaría experimentar con el estilo del cómic. Hoy os dejo dos muestras distintas, una a tinta y con tipografía y otra a lápiz y caligrafiada. Ambas las dibujé cuando estaba empezando a retomar Otoño y no tienen que ver con la historia. Aunque estoy estudiando el Máster, dedico mis ratos libres al cómic (y también dedico mis ausencias mentales en clase) y confío en ir sacando la historia más o menos mes a mes. Tengo mucho que enseñar y que contar, pero de momento lo dejo aquí por hoy.

Para los que acabáis de llegar: leeros los dos primeros capítulos, los podéis encontrar en el menú de la izquierda, y no seáis muy severos al juzgarlos, porque los hice en segundo, cuando nació el cómic. Confío en que les toméis gusto a mis personajes y os enganchéis a la historia.

Para los que ya estáis enamorados de ellos... ¡alegraos, porque Otoño vuelve!

Os dejo con esta tira cómica y por que sí... ^_^