miércoles, 11 de febrero de 2015

Visita nocturna

¡Hola a todos! Después de un mes de entregas y exámenes, vuelvo a las andadas con el cómic. No he podido dibujar más tiras desde Navidades, porque estaba muy ocupada con el máster, pero no he dejado de pensar en mis personajes y sus historias. He elaborado trasfondo de los personajes y he hecho muuuchos bocetos. Y alguna tira. Eso es precisamente lo que os traigo hoy, una de mis tiras de "meta-cómic", por decirlo de algún modo, una historieta en la que reflexiono sobre el propio cómic e interactúo con los personajes, como en esa novela de Unamuno (Niebla) en la que el protagoista va a quejársele al propio Unamuno porque está descontento con su destino. Ya lo hice con la visita al salón del cómic, y los pájaros en la cabeza, y la primera de todas, la tira de "Vuelve el otoño". Cada vez me gustan más este tipo de historietas, me gusta mostrar mi proceso creativo y lo que está significando para mí este cómic. Como es algo que estoy haciendo sola, tengo una gran necesidad de contárselo a alguien, y acabo desahogándome sobre el papel. También lo necesito para entenderme.

Así que os dejo con esta tira que dibujé en enero, llamada Visita nocturna, cuyas protagonistas somos Luci y yo. Disfrutad... ¡de mí!

















Efectivamente, este es final habitual de mis noches. Ando todo el día pensando en las cosas que tengo que hacer y ellos aprovechan ese momento de soledad, antes de dormir, para venirme con sus historias...

Mi proceso creativo se parece un poco a un árbol. Me paso unos meses consolidando las bases de la historia y sus principales ramas. Cuando ya está el tronco definido, los brotes empiezan a crecer y los personajes se van desarrollando más y más en mi cabeza. Soy muy detallista y tengo una imaginación insaciable, de modo que continuamente se me están ocurriendo nuevas ideas, o sea, ramificaciones. Hay temporadas en las que se me ocurre una idea nueva cada día (o, como en la tira, cada noche). Apunto todo lo que se me ocurre (lo escribo y hago bocetos). Después viene la difícil tarea de decidir qué ideas pasan al cómic y qué ideas se quedan en el cuaderno de bocetos. Cuando me viene la inspiración soy muy impulsiva y me embargan las emociones, y luego tengo que pasarlo por el filtro racional. Y este filtro tiene forma de tijeras de podar. Ya sabéis que a un buen árbol hay que podarlo... para que crezca más fuerte y más sano, y que no se disipe su energía entre tanto ramaje y tanta fruta. Así que, en el caso de la propuesta que Luci me hace en la tira, la tengo apuntada en el cuaderno con los bocetos del profesor y todo, pero no sé si acabaré metiéndola en el guión o le haré algún cambio. O sea que no os hecho un spoiler! :)

Una de las cuestiones más importantes para mí al hacer el cómic es la de cómo narrar. No sólo cómo desarrollar una escena y escribir diálogos que resulten naturales, sino también a gran escala, qué escenas son importantes para el desarrollo de la historia, cuántas cosas quiero contar y cuántas callarme, o dejarlas en el aire para que la imaginación del lector las complete. Y cómo las cuento, es necesario desarrollar la acción completa, puedo empezar a mitad, cuántas elipsis son admisibles, es mejor si hago que un personaje le cuente a otro lo que pasó y narro la acción desde su punto de vista y en pasado? Es muy complejo, creedme.

El año pasado hice un cortometraje de ficción y me pasaba lo mismo. Me costó varios meses cerrar la idea general de la historia y, una vez la tuve, no paraban de ocurrírseme más y más escenas. Y detalles por todos lados. La profesora que me estaba llevando el proyecto se desesperaba y me obligaba a hacer una criba de todas esas ideas, porque si no el corto no iba a caber en 20 minutos. A mí todas me parecían imprescindibles, porque estaba enamorada de la historia. A veces incluso me tomaba sus críticas a título personal... pero ella me decía que tenía que pensar por encima de todo en qué era lo mejor para la película, y ser práctica, "un director necesita tierra". Total, que acabé haciéndole caso y nunca dejaré de agradecerle el favor que me hizo.

Así que ya os he contado mis defectos como creadora... soy pródiga en ideas y me enamoro de mis obras. Además de tener una personalidad insegura y dispersa... Pero bueno, cuando hago las cosas con cariño, se nota, y quiero que este cómic sea una de esas cosas. Todavía está en el aire, pero les estoy planteando a mis tutores que éste sea mi TFM. Es lo único que me obsesiona este curso. Si consigo realizar este sueño, supondrá que tengo que llevar una investigación teórica paralela a la obra plástica (hay que escribir 50 páginas y poner citas y defenderlo ante un tribunal que me mirará mal por haber utilizado un género menor como el cómic) y, lo más importante: tengo que darlo todo. En el dibujo. En el contenido. Tengo que arriesgarme y tengo que trabajar todos los días en ello. Literalmente, porque quedan cuatro meses hasta junio y aún estoy terminando de dibujar octubre... O_O

En fin, me he enrollado contándoos mi vida. ¡Y más que os voy a contar de ahora en adelante! Mi próximo trabajo va a ser la última escena de octubre, en la que Isa y Nacho queden y toquen la guitarra y tomen té y hablen de mogollón de cosas... pero mogollón... (¡es una rama con muchas ramificaciones!). Con esa escena terminaré de presentar a los personajes, porque aún hay secundarios que no han aparecido (pero que los tengo en mente y los habéis visto por adelantado en mis tiras y bocetos). También hay subtramas importantes de los personajes principales (o sea, movidas personales de Isa, Nacho y Luci) que tengo que poner al descubierto. Así que toca volver a coger lápices y papel y encadenarse a la mesa! Dentro de poco volveré a publicar algo gordo. Subiré algún boceto entre medias, y algún artículo quizá (tengo que irme preparando la parte teórica)...

Saludos de la que suscribe estas líneas y de todos los personajes. Ya sabéis que me encanta que comentéis mi trabajo. Siempre digo que lo estoy haciendo para mí, pero al final alguien lo tiene que leer... para eso se hace el arte.

Buenas noches.